Apagon

Me encanta cuando se va la luz. De esas noches, en las que la vida nos obliga a poner a un lado la tele, el radio, la compu y todos los estorbos de la tecnologia moderna, tengo los mejores recuerdos.
El aire de misticismo e intimidad que inspiran las candelas y el silencio hacen que las conversaciones sean mas reales, y la oscuridad permite despojarnos de caretas innecesarias.
Con mi novio, las noches de apagon, nos forzaba a cambiar la rutina. En lugar de las tipicas aburridas noches de tele en silencio, habian risas y conversaciones resguardadas por la luz de una candelota aromatica azul, birras, cigarros y ron.
En familia, nos reunimos todos en la sala y hablamos, hablamos, discutimos y aprovechamos la falta de luz para burlarnos cariñosamente unos de otros, principalmente por mi terror infundado a ir al baño a oscuras.Sin electricidad, las discusiones por quien usa el MSN primero, son sustituidas por otras mas interesantes y apasionadas en las que me doy cuenta cuan inteligentes son mis hermanos y que mi mamita es una idealista de corazon noble.
Ojala se vaya la luz mas a menudo.